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Prevención de Riesgos Laborales: nuevos retos
¿Qué relación tiene la PRL con la implantación de una nueva cultura en la organización?
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- admin
- 18 marzo 2017
- Buenas prácticas
La prevención de riesgos laborales es una de las bases para que una empresa pueda ser considerada saludable y requiere gran atención por parte de los responsables: no basta con imponer una serie de normas, sino que es necesario un cambio en la cultura de la organización.
Más de 20 años han pasado desde que se aprobó la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, la normativa con la que se buscaba prevenir los accidentes y las enfermedades producidas en el desarrollo del trabajo. Gracias a un conjunto de estipulaciones, la empresa puede descubrir anticipadamente posibles riesgos y adoptar una serie de medidas para evitarlos, asegurándose que sus empleados trabajan en condiciones óptimas que preservan su seguridad y salud.
Debido a su importancia, se sigue trabajando en propuestas que mejoren la ley. Algunas de estas líneas están enfocadas a dotar de mayor importancia al responsable de prevención que presta sus servicios, especialmente, a PYMES y microempresas; a la actualización del listado de Enfermedades Profesionales incorporando nuevas patologías, o a la apuesta por la innovación y estudios sobre la salud laboral y sus riesgos emergentes.
PRL y el teletrabajo
Además, debido a una mayor presencia de las tecnologías en los entornos de trabajo, la transformación digital y la globalización hacen que cada vez sea más común que los empleados trabajen desde su domicilio sin necesidad de desplazarse físicamente a la oficina. Por tanto, surge aquí un nuevo desafío: ¿qué hacer con los teletrabajadores en materia de prevención de riesgos?
En lo referente a materia de seguridad y salud, según el Art.13.4 del Estatuto de los Trabajadores, los trabajadores a distancia tienen el derecho a una adecuada protección en materia de seguridad y salud conforme resultando de aplicación, en todo caso, lo establecido en la Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales, y su normativa de desarrollo. Es decir, según el ET, es una responsabilidad conjunta: el empresario debe velar por la seguridad del teletrabajador, y a éste le corresponde ser eficaz en sus actividades así como emplear correctamente el material con el que ejecuta su actividad laboral. Se trata de una colaboración entre el empleado y la organización en la que se deben especificar las exigencias de seguridad desde el principio para poder habilitar el área de trabajo.
Previamente a la incorporación al trabajo, el responsable deberá informar al empleado de los riesgos del trabajo que va a desempeñar y de las medidas y actividades de protección, evaluación y prevención que hay que adoptar así como exponerle la necesidad de comprobar que su domicilio o el lugar desde el que desarrolla su actividad cumple con lo establecido por la normativa vigente.
En estos supuestos, se establecen dos tipos de actuaciones. La primera es que el empleado autoevalúa su puesto de trabajo, y luego pone en práctica las medidas preventivas adecuadas. La segunda línea autoriza a los expertos en salud laboral a examinar el área de trabajo para que le proponga las medidas preventivas a adoptar. Por supuesto, también será necesario formar al trabajador de manera teórica y práctica en caso de que quiera autoevaluarse priorizando dos objetivos: informar sobre el autoanálisis del puesto de trabajo mediante una lista donde se especifican los riesgos derivados del medioambiente, las pantallas y los equipos de trabajo así como capacitar al empleado para que adopte las medidas preventivas necesarias para suprimir o reducir los riesgos.
El cumplimiento de las medidas de seguridad y salud puede asegurarse si se le transmite al teletrabajador por escrito. Entre los ejemplos más comunes se encuentran las recomendaciones por parte de múltiples convenios colectivos que recomiendan adaptar la pantalla del ordenador y el asiento para que la visión sea horizontal o que el espacio de la actividad laboral sea suficiente para permitir movimientos. Otras medidas de prevención de riesgos laborales de las personas que trabajan a distancia son: contar con un asiento graduable y giratorio, evitar las variaciones bruscas de luminosidad dentro de la zona de trabajo y vigilar la temperatura de la habitación, así como la ventilación de la misma.
El caso particular de los autónomos
Durante 2015, más de 12.000 autónomos sufrieron un accidente de trabajo y 17 de ellos fallecieron, según la Federación Nacional de Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA). En estos datos únicamente se contabilizaron los accidentes oficiales sufridos por los autónomos que tenían cubiertas las contingencias profesionales en ese momento, es decir, el 19,7% del total del colectivo. Por tanto, las estadísticas evidencian la necesidad de apostar por la concienciación sobre la prevención de riesgos entre los autónomos.
La legislación existente especifica que los autónomos con trabajadores a su cargo deben implantar una prevención de riesgos laborales ya que tienen obligaciones de empresario. Deben garantizar la seguridad y salud de sus empleados a su servicio cumpliendo con distintas obligaciones: integrar la prevención de riesgos laborales en la gestión de la empresa, implantar de medidas preventivas, informar a los trabajadores en los procedimientos en casos de emergencia y vigilar la salud de sus empleados.
En caso de no tener trabajadores a su cargo y no compartir centro con otra compañía ni llevar a cabo trabajos como subcontrata de otras entidades, al autónomo no le afecta la Ley de Prevención de Riesgos Laborales.
Prevención emocional
Lejos del plano físico, otro reto de las empresas constituye la salud mental y el bienestar emocional de los empleados debido al incremento de los problemas de salud derivados del trabajo, factores que se ven afectados de forma positiva o negativa por múltiples aspectos relacionados con el ambiente laboral, las condiciones de trabajo, las relaciones interpersonales, etc.
Por ejemplo, trastornos como la ansiedad o la depresión pueden tener en el estrés su punto de origen, situación que afecta negativamente a la productividad del empleado, por ende a la empresarial, a la satisfacción y al compromiso laboral. Para combatirlo, los expertos en prevención deben promover entre los trabajadores el autocuidado y la resiliencia. Asimismo, para cuidar estos aspectos de la vida del empleado, es recomendable valorar la posibilidad de implantar medidas que favorezcan la conciliación entre la vida personal y la profesional, siempre que sea posible, dado que está demostrado que la flexibilidad horaria contribuye también a dicho fin.
La Ley de Prevención de Riesgos Laborales implica que los accidentes laborales pueden evitarse y refleja lo importante que es implantar metodologías, herramientas y precauciones a seguir para reducir los riesgos. Sin embargo, las empresas han identificado la necesidad de adaptarse a las nuevas condiciones de los trabajadores más allá de lo que especifica la ley. Políticas de conciliación, horario flexible o el fomento de la vida sana son algunas de las nuevas herramientas con las que los profesionales de prevención cuentan para garantizar un ambiente saludable, la seguridad y el bienestar ante un panorama laboral en continuo cambio.
Javier Caparrós, director general de Trabajando.com España
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