Escribir a mano. Un oficio artesano, en peligro de extinción, un anacronismo. Ni la lista de la compra recogemos en formato papel. Sin embargo, existen hábitos que no deberíamos perder, terrenos que no deberíamos ceder a los dispositivos digitales, al menos no por completo; por saludables, entre otras muchas ventajas.
Escribe a mano, tu cerebro lo agradecerá
Escribir a mano activa determinadas zonas cerebrales, aumenta la retención de información, potencia la creatividad… La escritura tradicional, que parece ya solo un juego de niños, pone en marcha mecanismos necesarios para el aprendizaje y la memoria, aumentando nuestras capacidades cognitivas, tal y como demuestran estudios recientes.
Uno de ellos es el de Van der Weel y Van der Meer, publicado el pasado año. Estos investigadores se preguntaban qué implicaciones tendría para el cerebro humano dejar la escritura a mano en favor de los dispositivos. Sus conclusiones revelan que, al escribir a mano, los patrones de conectividad cerebral son mucho más elaborados que cuando se escribe en un teclado. También, que estos “son cruciales para la formación de memoria y para codificar nueva información y, por lo tanto, son beneficiosos para el aprendizaje”.
Tanto es así que en su documento instan a que los niños, desde una edad temprana, estén expuestos a actividades de escritura a mano, también las personas adultas.
Beneficios de la escritura: la clave está en la actividad motora
Estas conclusiones pueden que no nos sorprenda. ¿Quién no ha sentido la necesidad de tomar notas a mano o hacer un esquema sobre el papel para memorizar o comprender mejor un texto? ¿Quién no observa cómo sus propias palabras toman otro cariz cuando las lee impresas, a todas luces mejorable? El teclado, las pantallas, parecen privarnos de ciertas facultades de análisis crítico, de capacidad de sintaxis, de interiorización de conceptos.
Y es que, explican diversos expertos y expertas en neurociencia, que plasmar sobre el papel, materializar de alguna manera a través de las palabras, nuestras imágenes mentales, refuerza conceptos, los fija en la memoria. Ese imaginar para luego crear con las manos que permite la transferencia de información en diferentes formatos y la puesta en marcha de una actividad motora mediante los movimientos de la mano.
Otras de las ventajas de escribir a mano detectadas a lo largo de las últimas décadas son, además de esa mayor capacidad a la hora de concretar ideas abstractas o mejorar las habilidades cognitivas gracias a una mayor concentración, las de afianzar la memoria sobre acontecimientos pasados con mayor precisión o aumentar la capacidad de organización del pensamiento y desarrollar uno de carácter más reflexivo.
Así pues, al igual que ocurre con el aprendizaje y puesta en común de coreografías de baile o con la práctica de un instrumento tras visualizar la partitura, la escritura a mano representa un hábito fundamental que no deberíamos perder, saludable para nuestro cerebro y beneficioso para una longevidad en positivo.
* Van der Weel, F. R., & Van der Meer, A. L. H. (2024). Handwriting but not typewriting leads to widespread brain connectivity: A high-density EEG study with implications for the classroom. Frontiers in Psychology, 14, 1219945. https://doi.org/10.3389/fpsyg.2023.1219945
* Why Writing by Hand Is Better for Memory and Learning (2024, Scientific American).