Hace tan solo unos días se presentaba en Madrid la Estrategia Española de Seguridad y Salud en el Trabajo 2023-2027, impulsada por el Ministerio de Trabajo y Economía Social con el acuerdo de patronal y sindicatos. El objetivo: mejorar las condiciones de las plantillas en sus entornos laborales. ¿Cómo? Afrontando los retos de un mercado en constante evolución que asiste, en los últimos años, a una fuerte transformación.
Hacia un mercado laboral a la altura de las expectativas
La nueva Estrategia trata de situar el mercado laboral a la altura de las expectativas actuales y responder a situaciones sobrevenidas que precisan soluciones concretas:
- La fuerte digitalización del tejido empresarial.
- La evolución demográfica y el envejecimiento de la población.
- La implantación progresiva de una economía circular.
- Una mayor seguridad y bienestar de las plantillas en pymes y de personas autónomas.
- La necesidad de construir un mercado laboral más justo y transparente, donde se tenga en cuenta la perspectiva de género y se proteja a las personas trabajadoras más vulnerables.
De hecho, la implementación de dicha Estrategia se llevará a cabo a través de dos planes de acción específicos para los periodos 2023-2024 y 2025-2027, que incluyen la mejora del marco normativo. La Comisión Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (CNSST) será la encargada de impulsar y evaluar sendos planes. Sin embargo, su desarrollo correrá a cargo de las distintas Comunidades Autónomas.
Esto son algunos de los hitos de la nueva Estrategia en su lucha contra tres de los principales problemas que arrastra el actual mercado laboral respecto al bienestar de los trabajadores y trabajadoras:
1. La importancia de la salud mental en el puesto de trabajo
La salud mental es una prioridad de dicha Estrategia. No es para menos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) advertía en 2022, a través de su Informe mundial sobre la salud mental, la relevancia del lugar de trabajo sobre la salud mental de las personas.
En España, de hecho, la primera causa de muerte en accidente de trabajo corresponde a infartos, derrames cerebrales y otras patologías no traumáticas (el 39,8 % del total), y estos pueden estar vinculados a dichos riesgos de origen laboral. Por otra parte, el estrés laboral provoca cerca del 25 % de las bajas en puestos de trabajo, según datos de la Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo.
Así pues, la Estrategia contempla una serie de medidas para la correcta identificación, evaluación y prevención de los riesgos psicosociales en nuestro país. Tres de ellas son:
- El desarrollo de acciones dirigidas a conocer las posibles causas de origen laboral en pacientes con depresión o ansiedad diagnosticada que causen incapacidad, para elaborar después un plan de intervención preventiva específico.
- La identificación y reconocimiento a aquellas empresas que acrediten buenas prácticas en el manejo de la salud emocional y prevención de enfermedades mentales.
- La puesta a disposición de las empresas un procedimiento que facilite la empleabilidad y el retorno al trabajo tras padecer una enfermedad mental.
2. La lucha contra el cáncer y otras enfermedades profesionales
Otro de los hitos de la Estrategia de Seguridad y Salud en el Trabajo es la puesta en marcha de la Agenda Nacional para la Prevención del Cáncer de Origen Profesional, que permitirá una mejor identificación de dicha enfermedad de origen profesional, su detección temprana y su prevención.
Entre otras, la Estrategia pretende poner en marcha medidas que faciliten:
- La recopilación de datos sobre personas trabajadoras expuestas a cancerígenos laborales y en qué actividades.
- La adaptación de los instrumentos normativos al respecto y su cumplimiento.
- El impulso de programas de vigilancia y control, así como de información relativa a la peligrosidad de las actividades y sustancias a las que están expuestos ciertas personas.
El cáncer atribuible a causas laborales se sitúa entre el 4 y el 10 %, dependiendo del estudio epidemiológico al que acudamos.
Dichas acciones se aplicarán también en la protección de las personas frente a otras sustancias o agentes peligrosos, como el amianto, que en España causa cerca de 500 muertes al año por cáncer de pulmón u otras enfermedades del aparato respiratorio, según diversos estudios científicos.
3. Coto a la accidentalidad
Los datos sobre accidentes de trabajo no mejoran, sobre todo para trabajadores y trabajadoras que superan los 50 años de edad y especialmente en sectores como el agrario o la construcción, a la cabeza de un ranking nacional.
Si exceptuamos las patologías no traumáticas, las mayores causas de muerte responden a accidentes de tráfico, que representan un 16 % del total, y a las caídas en altura, con un 13 %. El índice medio de incidencia de accidentes mortales es de 3,28 por cada 100.000 personas afiliadas, situándose en el 6,7 para profesionales de entre 55 y 59 años.
Con el fin de disminuir los niveles de accidentalidad, la nueva Estrategia contempla actuaciones en distintas líneas, algunas de ellas son:
- La mejora de la investigación de las causas, sobre todo en actividades con mayor incidencia, para así diseñar políticas preventivas realmente eficaces y que garanticen el cumplimiento de la normativa al respecto.
- La revisión de los criterios para determinar la calificación de la gravedad de los accidentes de trabajo.
- La actualización del modelo de notificación de partes.
- La promoción de la seguridad laboral vial en las empresas, de acuerdo al Plan de acción para minimizar el impacto del accidente de tráfico en la siniestralidad laboral ya aprobado.
