Cuando hablamos de bienestar en las organizaciones, solemos pensar en programas de salud, desconexión digital o conciliación. Sin embargo, para algunos líderes el bienestar empieza antes, en la manera en que concebimos el trabajo y el futuro de las empresas. Ese es el enfoque de Carlos Rebate, director de Transformación en Securitas España, responsable de Soluciones de Seguridad en Iberoamérica y profesor de Inteligencia Artificial en la Universidad Nebrija.
Su trayectoria no se limita al ámbito corporativo: también es autor de varios libros sobre creatividad, productividad y futuro del trabajo, y se define a sí mismo como “curioso e inquieto, soñador profesional”. Una mirada transversal que combina tecnología, humanismo y estrategia.
De la seguridad a los ecosistemas de bienestar
En una entrevista reciente con El Español – Invertia, Carlos Rebate lanzó una frase que resume bien su visión: “La seguridad ya no va de horas, sino de ecosistemas inteligentes y escalables”. Ese cambio de paradigma implica comprender que la protección de una organización no se limita a vigilar instalaciones, sino a garantizar la continuidad de los procesos, la eficiencia y, sobre todo, el bienestar de las personas que los sostienen.
Pensar en términos de ecosistemas significa asumir que la salud física, emocional y organizativa son interdependientes. No se trata de sumar beneficios aislados, sino de diseñar entornos donde las personas trabajen con confianza, propósito y condiciones que potencien su creatividad y productividad.
Humanismo y resultados
En el Foro RRHH de la Fundación máshumano, Rebate fue contundente: “La cultura de las empresas, la forma de actuar, los valores que se respiran y se viven de verdad, definen el destino de las compañías e influyen en sus resultados”. Y añadió un dato revelador: “Un ser humano se multiplica por 1,5 en cuanto a sus capacidades cuando está en el centro; es más creativo, vende más…”.
Este enfoque entronca con lo que múltiples estudios en bienestar corporativo han confirmado en los últimos años: las empresas con culturas humanistas y estrategias claras de bienestar logran mayor productividad, retención de talento y resiliencia organizativa. En otras palabras, poner a las personas en el centro no es un gesto altruista, es una decisión estratégica.
Un modelo de liderazgo saludable para la nueva era
Lo que distingue a Carlos Rebate es su capacidad para integrar tecnología y humanismo en una misma narrativa. Como profesor de IA, insiste en que la innovación solo tiene sentido si mejora la vida de las personas. Y como directivo, ha defendido que el liderazgo debe reimaginarse en clave de confianza, flexibilidad y propósito.
En un momento en que el burnout, la fatiga digital y la incertidumbre económica marcan la agenda del bienestar laboral, su propuesta es clara: repensar las organizaciones como ecosistemas vivos, donde el cuidado de las personas sea la base para la sostenibilidad del negocio.
Más allá de los programas concretos, su mensaje conecta con una idea de fondo: el bienestar no es un extra, es la arquitectura invisible que sostiene cualquier estrategia de éxito. Y ahí, el liderazgo saludable, consciente y humanista tiene mucho que decir.