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¿Bailarinas o tacones para ir a trabajar?
Una mala elección en el zapato de uso diario puede ser el origen de dolores y lesiones.
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- admin
- 28 diciembre 2015
- Actividad física
Recientes estudios demuestran que las mujeres padecen hasta cuatro veces más lesiones y problemas podales que los hombres, la mayoría de ellos causados por una mala elección en los zapatos.
No hay que pensar solo en la estética a la hora de elegir los zapatos pues el uso de tacones y bailarinas ocasiona problemas de salud como dolores de espalda y de rodillas. Además también está relacionado con la dificultad de perder peso, ya que unos zapatos incómodos llaman a la pereza y se tiende a tener menos movilidad.
A continuación describimos las desventajas del uso de un zapato plano y uno de tacón, añadiendo claves para intentar que no sean tan perjudiciales para nuestra salud:
Zapato plano
Los zapatos planos tienen una estética juvenil y suele ser la elección que las mujeres hacen a la hora de ir cómodas pero con estilo. Los traumatólogos no piensan igual. La mayoría de los zapatos planos no tienen un soporte interno y provocan un estrés en los ligamentos y tendones de la parte inferior y el arco del pie, lo que puede provocar una dolorosa fascitis plantar. Además, la mayoría de estos zapatos no tienen amortiguación, lo que provoca dolor en el talón al andar, especialmente si la mujer tiene un arco pronunciado. Lo que han encontrado en los test de laboratorio es que el calzado plano provoca un 25% más de impacto en el talón en cada paso en comparación al calzado con un poco de tacón.
¿Cómo evitar el daño? Si nos gusta utilizar zapato plano hemos de fortalecer los pequeños músculos de los pies que soportan el arco plantar. Basta con hacer levantamientos de dedos, elevando el dedo gordo del pie independientemente del resto. Y antes y después de usar bailarinas, hay que recordar estirar el tendón de Aquiles sobre un escalón para evitar sobrecargar esta zona tan propensa a lesiones.
Tacones altos
Alargan las piernas, pero, según un estudio danés, andar con tacones altos puede aumentar 6 veces el riesgo de osteoartritis. Además de los consabidos problemas de sobrecarga sobre los dedos que pueden provocar deformaciones y juanetes, otro estudio ha encontrado que los tacones altos provocan que nuestras rodillas soporten un 200% más estrés, deteriorando el cartílago y aumentado el riesgo de artritis. También provocan un arqueamiento de la espalda para compensar la postura adelantada. Si se utilizan todos los días también acortan los gemelos y pueden atrofiar la forma natural de andar descalzas.
¿Cómo evitar el daño? Escogiendo tacones adecuados, los de 5 cm aumentan un 4% el impacto sobre dedos y rodillas, mientras que los de 7 cm un 33%. Además, es recomendable dejar los tacones altos para ocasiones especiales, calentar los pies andando de puntillas antes de ponerlos y darse un masaje en los gemelos después de usarlos. También se aconseja tener a mano otros zapatos más cómodos para poder cambiarlos.
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