Accountability: la nueva habilidad imprescindible para el bienestar

por | Sep 19, 2024

Accountability. Un término en inglés que podríamos traducir como responsabilidad o rendición de cuentas y que se ha colado en el ámbito empresarial para extenderse por todas las capas de la organización. 

Hablar de accountability es hacerlo de la obligación de una persona, equipo o entidad de asumir la responsabilidad de sus acciones, decisiones y resultados; es decir, del impacto de estas en el equipo, en la empresa y, adoptando una perspectiva holística, en la sociedad o el entorno natural en el que opera. 

Así, esta fórmula, que describe toda una cultura de empresa, prepara a los y las profesionales para explicar, justificar y responder ante los demás, especialmente en contextos de trabajo o de liderazgo y más aún cuando la actividad está sujeta a férreos valores corporativos y a un estricto código ético

El resultado: mayores cotas de confianza y un ambiente de bienestar y mejora continua. ¿Por qué? Porque cuando el accountability está presente en un entorno de trabajo, se da por hecho que todas las personas implicadas en la organización cumplen con sus compromisos de manera responsable, es decir, en función de los valores compartidos.

No solo eso, en el más amplio sentido del término, se da por hecho que los y las profesionales cumplen sus tareas dentro del marco regulatorio establecido y de los valores ecosociales que se les atribuye. En definitiva: que velan por el bienestar general.

Algunos puntos clave sobre el concepto de accountability

Una cultura de empresa basada en el principio accountability se asienta sobre tres pilares básicos:

  1. Responsabilidad clara: Las personas o equipos deben tener claros sus roles y responsabilidades. Esto implica que sepan lo que se espera de ellos y los objetivos que deben lograr. De hecho, en muchos casos, el accountability implica rendir cuentas de resultados concretos y medibles, lo que facilita la evaluación del desempeño.
  2. Transparencia y empoderamiento: Implica que los individuos o grupos deben ser abiertos y honestos sobre sus acciones y decisiones. Esto ayuda a generar confianza en el entorno. Y que se sienten involucrados en la misión de la empresa, lo cual implica altas dosis de autonomía, recursos propios y libertad para tomar decisiones y actuar, lo que fomenta el empoderamiento.
  3. Apuesta por el bienestar: Para los y las líderes, el accountability también implica ser responsables del bienestar, el desempeño y el desarrollo profesional y personal de su equipo. Y dar ejemplo en términos de ética, transparencia y resultados a través de acciones que se enmarquen dentro de la política de RSC de la organización.

En definitiva, el accountability representa una apuesta por la proactividad, el engagement y la valentía de tomar decisiones arriesgadas en beneficio del bien común, especialmente en puestos de liderazgo pero no de forma exclusiva, pues el accountability ha de permear en todas las capas dentro de la organización. 

De hecho, en algunas empresas tecnológicas, cada vez más, se aplica la fórmula de accountability a través de la metodología Agile. De esta forma, los equipos de trabajo son responsables de las tareas específicas que les han sido encomendadas dentro de ciclos cortos o fases de trabajo. Cada miembro, además, es responsable de sus asignaciones y debe rendir cuentas al finalizar cada ciclo. Lo que se consigue es un entorno de responsabilidad compartida y de mayor eficiencia.

Accountability y bienestar corporativo

Un ejemplo de accountability como nueva fórmula del bienestar en la plantilla y de transformación empresarial nos lo brinda Siemens a través de su concepto de responsabilidad compartida. De hecho, este último representa una de las habilidades necesarias para dirigir o trabajar en las empresas del futuro, tal y como señala su CEO,  Roland Busch, en este podcast del World Economic Forum

En el mismo, Busch deja patente cómo la transformación digital y la tecnología están cambiando las habilidades que necesitan los profesionales. Y cómo los perfiles de liderazgo han de empoderar a los empleados para los cambios que se avecinan, por ejemplo, facilitándoles la toma de decisiones y construyendo equipos más responsables. En el caso de España, ING es uno de los casos más relevantes.

De esta forma, no solo se estará mejorando la capacidad de reacción de la empresa y su competitividad a través de una plantilla resiliente, sino que se estarán mejorando las condiciones de trabajo, la motivación y el bienestar laboral de la misma.

Raquel Santos
Raquel Santos
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