La irrupción de la IA en el entorno laboral o cómo gestionar el talento de forma inteligente

por | Mar 15, 2023

Que 2023 será el año de la Inteligencia Artificial (IA) parece ya un asunto indiscutible. La irrupción del Chat GPT a finales del pasado año ha dado lugar a un fenómeno que promete, en un corto periodo de tiempo, revolucionar nuestra forma de relacionarnos con las máquinas, es decir, nuestra forma de trabajar y, como consecuencia, de interactuar con los demás, dentro y fuera de la empresa.

Innovación al servicio del bienestar

Tal es la expectativa y las posibilidades advertidas en esta tecnología, que la IA centra, desde hace semanas, el debate en torno al futuro de nuestro mercado laboral. Este se mueve entre el recelo de ciertos profesionales por miedo a perder sus empleos y el optimismo de quienes sueñan con un grado de productividad y eficiencia nunca antes experimentados.

Y es que, sistemas como el chatbot desarrollado con IA GPT-3 por la empresa OpenAI permiten escribir una novela o crear una ilustración a través de órdenes precisas, es decir, favorecen la automatización de procesos, también de aquellos que requieren cierta creatividad. Incluso son capaces de mantener una conversación con su interlocutor, con todo lo que esto supone para el avance de la robótica o el marketing digital. El nivel de excelencia en el manejo del lenguaje humano es apabullante, incluso cuando la herramienta se encuentra en una fase inicial de desarrollo.

Como cualquier otra innovación disruptiva, hay quienes se resisten al cambio y quienes lo abrazan sin reticencias. Sin embargo, y como ya ocurriese en anteriores ocasiones, la clave del éxito residirá en el uso que las empresas hagan de dichas soluciones.

Actualmente, existen ejemplos de IA aplicada a entornos laborales que han cosechado resultados beneficiosos no solo para las corporaciones, sino para sus plantillas, pues han influido en la mejora del bienestar de las personas. Así pues, la IA no solo es susceptible de modificar por completo procesos productivos o la denominada experiencia de usuario, también de transformar la gestión de RRHH y el potencial de estos dentro de la empresa.

Sea como sea, aquellas organizaciones que pongan a sus profesionales en el centro de sus estrategias, estarán haciendo de la IA un instrumento eficaz en beneficio no solo de la marca y de su actividad, sino del conjunto de empleados y empleadas.

Lo que la IA puede hacer por las personas en las organizaciones

Según la Encuesta sobre el uso de TIC correspondiente al primer trimestre de 2022 y elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), en España un 12,6 % de las empresas emplean ya IA. La cifra se eleva hasta el 15,3 % en el sector servicios, el más proclive al uso de esta tecnología.

De hecho, el informe Uso de inteligencia artificial y big data en las empresas españolas 2023, del Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad (Ontsi), señala que nuestro país ocupa la decimocuarta posición en la adopción de IA, equiparándose a la media europea.

Uno de los campos donde la IA resulta más prometedora, aunque su implantación es aún baja, es el de la gestión del talento laboral.

Las empresas que han realizado una apuesta decidida por la IA en pro de sus plantillas han logrado maximizar las cualidades ventajosas de cada profesional. Es decir, han incrementado los niveles de productividad y eficiencia de quienes forman el capital humano de la organización. Pero, además, han facilitando la vida al conjunto de profesionales en el desempeño de sus tareas, pues han avanzado en un alto grado de automatización de las más tediosas o de menor valor añadido.

La aplicación de la IA en el departamento de RRHH favorece la recopilación y utilización de datos masivos para la predicción y recomendación de soluciones de mejora. Sus responsables pueden, a través de dicha tecnología, evaluar exhaustivamente el comportamiento de empleados y empleadas para incidir en aspectos decisivos para la plantilla y para la organización. Detectar a tiempo el bajo rendimiento de un departamento posibilita la toma de decisiones oportunas para incrementarlo. Predecir las capacidades de ciertas personas candidatas favorece el diseño de planes formativos personalizados. Y existen muchos más ejemplos que van de la capacitación a la motivación pasando por la gestión de cargas de trabajo.

IA para la automatización de flujos de trabajo

El informe del Ontsi antes señalado indica que el 46,2 % de las herramientas de IA más utilizadas en empresas españolas de más de diez empleados corresponde a la automatización de flujos de trabajo o ayuda en la toma de decisiones, seguida por las de identificación de objetos o personas en función de imágenes, aprendizaje automático para el análisis de datos y conversión del lenguaje hablado a formato legible para una máquina. Esta última, sin embargo, encabeza el ranking de las IA más utilizadas en microempresas (48 %), junto al análisis del lenguaje escrito.

Lo que parece claro es que la IA tiene mucho aún que aportar a la gestión del talento humano dentro de las empresas, no solo a favor de la productividad de las plantillas, sino de su bienestar, motivación, capacitación y desarrollo profesional dentro de la organización.

 

El chatbot conversacional como aliado

Si nos fijamos en los chatbot conversacionales, protagonistas del actual debate sobre el impacto que tendrá la IA en las organizaciones empresariales, son numerosas las empresas que han comenzado a formar a sus trabajadores y trabajadoras para un uso efectivo de dicha tecnología. Las jornadas o sesiones de capacitación intentan alejar también el miedo de quienes creen que pueden perder su empleo a favor de esta tecnología. El mensaje imperante es que los chatbot se encargarán de tareas anodinas para dejar mayor margen a las estratégicas, mucho más reconfortantes para empleados y empleadas.

Por el momento, dicha herramienta se utiliza, comúnmente, para la automatización de respuestas y conversaciones en la resolución de dudas especialmente recurrentes de personas consumidoras, ya sea a través de páginas web, redes sociales o email. Es decir, como mero asistente en el servicio de atención al cliente de las marcas. Sin embargo, el futuro pasa por el análisis de aspectos tan subjetivos como el estado de ánimo de un posible cliente a través de sus expresiones faciales o forma de escribir.

En 2020, los servicios de chatbot o asistentes virtuales basados en procesamiento de lenguaje natural en España habían sido asumidos solo por un 2 % de las empresas españolas, un dato muy similar al de la media europea, según Indicadores de uso de Inteligencia Artificial de las empresas españolas. Hoy en día, el uso de tecnologías que generan lenguaje escrito o hablado es del 35,4 % en microempresas y del 23,5 % en el resto de organizaciones.

Este crecimiento exponencial, al que ha favorecido el proceso de digitalización emprendido con motivo de la pandemia, deja patente que las empresas españolas han entendido las ventajas de agilizar las tareas más repetitivas a través de la automatización o de gestionar gran cantidad de datos para lanzar conclusiones predictivas. Sin duda, el cambio ha comenzado.

Pablo Peinado
Pablo Peinado
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