La evaluación de desempeño se ha convertido en una herramienta fundamental para la gestión del talento en las empresas. De hecho, para muchos departamentos de RRHH supone una base firme sobre la que construir buena parte de la estrategia de bienestar de la organización.
Y es que, la evaluación de desempeño permite alinear la propuesta de crecimiento profesional de los empleados y empleadas con los objetivos estratégicos de la empresa, y fomentar así ese entorno de reconocimiento, desarrollo, motivación y confianza tan necesario para atraer y fidelizar a nuevos talentos.
En definitiva, la evaluación de desempeño es hoy en día una palanca más de cambio hacia la oportunidad de mejora en pro un clima laboral más saludable, motivador y justo, que mejore el compromiso y fortalezca el sentido de propósito.
Tipos de evaluación de desempeño
No existe un único tipo de evaluación de desempeño. Hay evaluaciones que siguen un modelo tradicional, de evaluación directa por parte de un mando superior en función de criterios predefinidos, a otras que se basan en la evaluación mediante test con el fin de promover la autorreflexión.
Sin embargo, las empresas modernas tienden hoy en día a evaluaciones de desempeño híbridas e integrales:
- Evaluación 180°: Incluye la opinión del mando superior directo y la evaluación del propio trabajador o trabajadora.
- Evaluación 360°: Participan superiores, compañeros y compañeras, subordinados e incluso clientes internos o externos con el fin de proporcionar una visión más completa.
- Evaluación por objetivos (MBO): Se basa en el cumplimiento de metas medibles, alineadas con la estrategia empresarial.
- Evaluación por competencias: Cada vez más habitual, analiza comportamientos observables vinculados a competencias claves del rol como empatía, adaptabilidad, capacidad de trabajo en equipo, etc. Se trata de una evaluación en base a fortalezas y debilidades muy utilizada en entornos donde se fomenta la gestión de personas en base a sus competencias clave. Este enfoque atiende no solo a la evaluación de habilidades duras sino blandas, especialmente importantes en entornos estratégicos con un fuerte componente innovador y creativo, y en roles de liderazgo.
¿Por qué la evaluación de desempeño es fuente de bienestar en la empresa?
La evaluación de desempeño brinda al empleado o empleada la oportunidad de dirigir su actividad en función de responsabilidades y objetivos claros. Y a la empresa, la de medir el desempeño de sus trabajadores y trabajadoras de forma objetiva, pero también la de fomentar el reconocimiento justo, lo que refuerza la autoestima y el compromiso, mediante el desarrollo de planes de carrera y capacitación orientados a expectativas y necesidades concretas.
Y es que, las evaluaciones de desempeño permiten identificar brechas y fortalezas individuales, y solventarlas para alcanzar fines personales alineados con los fines corporativos.
La evaluación de desempeño, si está correctamente articulada, garantiza:
- Un feedback bidireccional, pues promueve el diálogo entre mandos superiores, líderes y talentos, fortaleciendo relaciones laborales saludables.
- Una fuerte percepción de equidad, transparencia e igualdad en promociones internas, incentivos, etc-
- Una cultura que promueve la prevención de conflictos internos, al detectar a tiempo desviaciones o insatisfacciones, permite intervenir antes de que escalen.
Pasos para una correcta evaluación de desempeño
Para llevar a cabo una evaluación de desempeño que efectivamente recale en estas ventajas, deben seguir cinco pasos de manera efectiva:
- Definir objetivos y criterios claros vinculados al rol, estrategia y cultura de la empresa.
- Establecer una plantilla estandarizada de evaluación de desempeño, esta puede ser en formato Excel, a través de una plataforma online, etc.
- Formar al departamento de RRHH en evaluación de desempeño para asegurar objetividad, coherencia y retroalimentación constructiva.
- Establecer una frecuencia adecuada mediante evaluaciones continuas, más ágiles y cercanas.
- Utilizar herramientas digitales factibles, sistemas de evaluación que permiten una mayor trazabilidad, transparencia y analítica de los datos o conclusiones obtenidas de manera avanzada.
- Elaborar informes de evaluación de desempeño donde queden clarificados los objetivos y metas, los criterios de evaluación y el sistema de recopilación de datos.
- Vincular los resultados con planes de acción de desarrollo individual, formación, promoción o reconocimiento. De lo contrario, la plantilla pensará que está siendo evaluada sin motivo alguno o, peor aún, que tal práctica representa una pérdida de tiempo o un ejercicio de lavado de imagen interno o whitewashing.
Y es que, cuando se convierte en un proceso estratégico, humanizado y continuo, la evaluación de desempeño no solo mejora la productividad, sino que fortalece la cultura de bienestar, confianza y desarrollo en la empresa.